Coreografía: Amélia Conrado
Música: Folklore Nordestino y del Amazonas

Manifestaciones folklóricas que tienen, en sus enredos, la figura del buey como personaje central. Existen centenas de ejemplos por todo el mundo desde los más remotos tiempos. Esa manifestación, de origen portuguesa, al llegar a Brasil incorporó de inmediato elementos de las culturas indígena y africana, naciendo aquí una versión diferente de aquella traída de Europa.

Si bien el Bumba-Meu-Boi, ó Boi-Bumbá, se encuentra más comúnmente en los estados de Maranhão y Ceará, también existe en Bahia, con la peculiaridad de tener aquí rasgos de la cultura africana, y en donde es conocido como Rancho do Boi. La historia, independiente de donde se localice, tiene el mismo enredo, es simple y su origen se ha perdido en el tiempo: Catirina, mujer del vaquero Pai Francisco, está embarazada y tiene el deseo de comerse la lengua del buey más famoso del patrón. Pai Francisco para satisfacer el deseo de su mujer mata al buey, siendo, inmediatamente, descubierto y puesto en prisión. Para resolver toda esta situación, y resucitar al buey, son convocados los poderes del doctor, del padre, del curandero y de hechiceras.

A inicios del siglo pasado, el pueblo nordestino (del noreste brasilero), alcanzado por la sequía y por la miseria, emigró para el Amazonas con la ilusión de conseguir riquezas por medio del negocio del caucho, llevando consigo su cultura, sus costumbres y sus fiestas. Así fue como Boi-Bumbá llegó a la selva Amazónica y se mezcló con la cultura indígena: de un lado, la fuerza y la alegría de los nordestinos, con sus juegos, sus ritmos marcados por la cadencia de las alpargatas, levantando el polvo de la tierra seca, un profundo sentimiento religioso y nostálgicos por su lejana tierra. De otro, los mágicos seres que habitan la selva, los que viven entre las yerbas milagrosas, en aguas que llegan hasta el final del mundo, en árboles que sostienen el cielo, en el ambiente silencioso habitado por monstruos y criaturas sagradas y profanas, todo mezclado en un loco remolino en el cual es imposible distinguir donde empieza la leyenda y donde termina la realidad.